En la Bolsa de Nueva York, antes de negociarse el café de otras partes del país y del resto del mundo, el primer café que se vende es el del Huila; quizá por eso y por su probada calidad, el departamento fue sede, el pasado fin de semana, de la Primera Feria Internacional de Cafés Especiales, 'Expoespeciales'.
En el evento, primero de esta talla en Colombia, se presentaron 40 variedades de café del Huila a por lo menos 20 compradores de Europa, Estados Unidos y Japón, y fue espacio para que cultivadores de Tolima, Cauca, Cundinamarca y Nariño mostraran por qué sus regiones, junto con el Huila, hacen parte de la llamada 'nueva generación de cafeteros con proyección exportadora' del país.
En el Centro Cultural y de Convenciones José Eustasio Rivera, donde se desarrolló la feria por cuatro días, se conocieron adelantos tecnológicos como la Belcolsub, una despulpadora de café que no usa agua y que no contamina; una secadora de café solar y una que no revuelve las pepas de café, lo que hace más fácil el trabajo de los caficultores.
Por supuesto, también se hicieron negocios, como el que hizo Isaías Cantillo, el campesino de Suaza que se precia de ser el único caficultor de Colombia que ha vendido su café a 20 dólares la libra.
Él aseguró la venta de la producción de su parcela de dos hectáreas durante los últimos cinco años, por la no despreciable suma de dos millones de pesos la carga, un precio cuatro veces mayor que el que se paga en el exterior por el café de Colombia.
También se supo de las negociaciones de café de la marca Glorius Coffee, que pese a su nombre en inglés es de Algeciras y vende a buen precio su producción a países como Estados Unidos y Japón.
Por otro lado, fue clave la socialización de experiencias de productores del país con cultivadores de cafés orgánicos de Perú, el invitado de honor a esta feria internacional.
Hasta ahora, dice Miguel Durán Barrera, del Comité de Cafeteros de Huila, "nosotros participábamos en ferias internacionales como la que se realiza en Copenhague (Dinamarca), pero a pesar de tener el mejor café del mundo, no teníamos feria propia", dice.
A propósito, en esa feria internacional europea, realizada en agosto pasado, el café emblema de la versión de este año fue el del Grupo Asociativo Los Cauchos, de San Agustín, que también participó en la feria de Huila y mostró orgulloso su logro en Copenhague.
Rigoberto Ciceri, gerente del Comité de Cafeteros del Huila, dio un parte positivo de la feria y agradeció, entre otros, al gobernador, Luis Jorge Sánchez, quien se puso la camiseta para sacar adelante este evento.
Los dos, Ciceri y Sánchez, aprovecharon la feria para intentar hacer realidad uno de sus sueños: ofrecerle café a la Cámara de Comercio de los países Nórdicos.
En desarrollo del evento, aprovecharon para pasarles un portafolio a estos países e intentar una negociación fuerte del café del Huila con esa región europea.
Esos países, entre los que se encuentran Suecia, Noruega y Dinamarca, consumen 250.000 bultos de café al año, un nada despreciable mercado para los caficultores colombianos, que siguen en la punta del mercado mundial.
En el evento, primero de esta talla en Colombia, se presentaron 40 variedades de café del Huila a por lo menos 20 compradores de Europa, Estados Unidos y Japón, y fue espacio para que cultivadores de Tolima, Cauca, Cundinamarca y Nariño mostraran por qué sus regiones, junto con el Huila, hacen parte de la llamada 'nueva generación de cafeteros con proyección exportadora' del país.
En el Centro Cultural y de Convenciones José Eustasio Rivera, donde se desarrolló la feria por cuatro días, se conocieron adelantos tecnológicos como la Belcolsub, una despulpadora de café que no usa agua y que no contamina; una secadora de café solar y una que no revuelve las pepas de café, lo que hace más fácil el trabajo de los caficultores.
Por supuesto, también se hicieron negocios, como el que hizo Isaías Cantillo, el campesino de Suaza que se precia de ser el único caficultor de Colombia que ha vendido su café a 20 dólares la libra.
Él aseguró la venta de la producción de su parcela de dos hectáreas durante los últimos cinco años, por la no despreciable suma de dos millones de pesos la carga, un precio cuatro veces mayor que el que se paga en el exterior por el café de Colombia.
También se supo de las negociaciones de café de la marca Glorius Coffee, que pese a su nombre en inglés es de Algeciras y vende a buen precio su producción a países como Estados Unidos y Japón.
Por otro lado, fue clave la socialización de experiencias de productores del país con cultivadores de cafés orgánicos de Perú, el invitado de honor a esta feria internacional.
Hasta ahora, dice Miguel Durán Barrera, del Comité de Cafeteros de Huila, "nosotros participábamos en ferias internacionales como la que se realiza en Copenhague (Dinamarca), pero a pesar de tener el mejor café del mundo, no teníamos feria propia", dice.
A propósito, en esa feria internacional europea, realizada en agosto pasado, el café emblema de la versión de este año fue el del Grupo Asociativo Los Cauchos, de San Agustín, que también participó en la feria de Huila y mostró orgulloso su logro en Copenhague.
Rigoberto Ciceri, gerente del Comité de Cafeteros del Huila, dio un parte positivo de la feria y agradeció, entre otros, al gobernador, Luis Jorge Sánchez, quien se puso la camiseta para sacar adelante este evento.
Los dos, Ciceri y Sánchez, aprovecharon la feria para intentar hacer realidad uno de sus sueños: ofrecerle café a la Cámara de Comercio de los países Nórdicos.
En desarrollo del evento, aprovecharon para pasarles un portafolio a estos países e intentar una negociación fuerte del café del Huila con esa región europea.
Esos países, entre los que se encuentran Suecia, Noruega y Dinamarca, consumen 250.000 bultos de café al año, un nada despreciable mercado para los caficultores colombianos, que siguen en la punta del mercado mundial.
